Nuestras coordinadoras, se encargan de que los niños tengan una grata experiencia, llena de aprendizajes y momentos inolvidables, desde que entran al Colegio, hasta segundo básico, y por otra parte, de acompañar a los papás en este camino.
En nuestro ciclo Scott, los alumnos se encuentran en variadas etapas del desarrollo, y para cada etapa nos preocupamos de potenciarlo según las necesidades de cada niño, para que así, sea capaz de alcanzar sus logros y ser feliz. No podemos dejar de ver al niño como un complemento de potencialidades, que necesitan convivir en armonía para que así se pueda desarrollar dando lo mejor de sí. Es por esto, que parte importante de nuestra educación recae en el respeto de uno mismo y de los miembros de la comunidad, el desarrollo de la creatividad, fomentar la actitud de escucha. Nosotros somos guías en un proceso de aprendizaje en el que ellos son protagonistas.
Estamos en constante reflexión sobre nuestras prácticas educativas tratando siempre de dar lo mejor para lograrlo, sin dejar de lado la formación de cada niño, en la búsqueda de educar para la felicidad, desarrollando la capacidad de conocerse, reconocerse, quererse por lo que son y encontrar las herramientas necesarias para ir en búsqueda de sus ideales y metas.
Nuestro desafío como educadores, es estar muy bien informados de las características y necesidades de los niños en esta etapa de su desarrollo. Tener muy presente que ellos son los protagonistas de su aprendizaje y, por lo tanto, capaces de experimentar, vivenciar, explorar y aprender según su propio ritmo.
Es una etapa en que crecen rápido y sus niveles de aprendizaje son muy diferentes entre uno y otro. Todo esto, se transforma en un gran desafío para los profesores de estos niveles.
Nuestro gran objetivo es incentivar en los alumnos el sentido de comunidad y el deseo por saber; el querer aprender más sobre todas las cosas. Es por esta razón que se hace hincapié en la motivación por la lectura, que es fundamental, ya que a través de ésta, todos los aprendizajes se ven beneficiados; aumenta el vocabulario, se desarrollan habilidades del pensamiento crítico, de comprensión lectora, del lenguaje oral y de la escritura. Además, a través de la lectura diaria de textos informativos y literarios, de contenido cultural o valórico, poco a poco, van internalizando estos conocimientos y conceptos en sus vidas.
Otro de los pilares fuertes en Scott es la instrucción diferenciada; esto significa que los profesores, a través de diferentes evaluaciones, pueden trabajar con cada alumno de un modo más personalizado, ya sea en forma individual o en pequeños grupos. Trabajamos con el programa CLLIP, que permea todo lo que hacemos en las salas de clases. También, trabajamos en el área de las matemáticas, con la metodología de Singapur. Esta nos ha ayuda a entender mejor cómo los niños y niñas adquieren las habilidades del pensamiento matemático, del pensamiento crítico, reflexivo, etc.
Con el objetivo de motivar experiencias de aprendizaje y aumentar nuevos conocimientos, nuestro ciclo incluye varias actividades que van más allá de la sala de clases, como la semana del libro, teatros lectores, festival de teatro, salidas pedagógicas, entrada a la bibloteca, etc.
En el área espiritual, existe un énfasis en el acompañamiento espiritual de cada alumno. Dentro de los hitos, en este ciclo están: la búsqueda del tesoro en kínder, Presentación al Templo en primero y la Consagración a la Virgen en segundo. Estos procesos van acompañados de mucha cercanía y un desarrollo importante de la espiritualidad y conocimiento de la Fé de cada uno.
En el ámbito formativo, trabajamos día a día con las virtudes de nuestros niños y niñas. Como creemos que los padres son los primeros educadores de sus hijos, hacemos un trabajo de acompañamiento a través del Taller “Crecer en Familia” (Fundación Hacer Familia) y talleres propios del ciclo. Además, le damos mucha importancia a la entrevista con los apoderados, ya que esta es una instancia de trabajo colaborativo que nos permite reforzar la alianza familia –colegio.
Finalmente, nuestro ciclo Scott tiene como objetivo lograr una comunidad de aprendizajes colaborativa que no le tenga miedo a los nuevos desafíos que el mundo nos exige, para que así podamos acompañar y ayudar a nuestros estudiantes a descubrir cuál es el plan de Dios para cada uno de ellos; lo que son capaces de hacer y cómo pueden contribuir a nuestra sociedad y al mundo entero.