Cristóbal García Latorre

"¿Dónde tenemos que poner el foco y la energía para avanzar en el mejoramiento de la vida de todos? En este punto es donde la educación tiene un rol fundamental. El mundo del conocimiento lo tenemos disponible, a la mano de todas las personas, pero hay algo en lo que el colegio no se puede reemplazar: la escuela es el lugar por excelencia donde se enseña a pensar, a reflexionar con evidencia, a colaborar con otros, a tomar buenas decisiones, a ser buenas personas, a amar para servir. "

Hace algún tiempo hablamos de estar implementando en el colegio una transformación pedagógica esencial para preparar a nuestros estudiantes para desempeñarse en el futuro que los espera.

La primera pregunta que surge es ¿por qué la educación, así como la conocimos, ya no es suficiente? La respuesta es simple: porque el mundo ha cambiado a grandes pasos y la forma en que educamos ya no responde a las necesidades que el mundo impone.

Entonces la siguiente pregunta es ¿Dónde tenemos que poner el foco y la energía para avanzar en el mejoramiento de la vida de todos? En este punto es donde la educación tiene un rol fundamental. El mundo del conocimiento lo tenemos disponible, a la mano de todas las personas, pero hay algo en lo que el colegio no se puede reemplazar: la escuela es el lugar por excelencia donde se enseña a pensar, a reflexionar con evidencia, a colaborar con otros, a tomar buenas decisiones, a ser buenas personas, a amar para servir. Es el lugar donde se aprende a aprender.

En la educación de hoy se juega la democracia, el freno al cambio climático, al calentamiento global, al fin de la pobreza, al fin del hambre, a las correctas migraciones, a una vida más humanitaria. Por lo tanto, esto es lo que tenemos que enseñar, lo que no se encuentra en Google. Tenemos que enseñar a desarrollar competencias que les permitan a nuestros estudiantes a ser buenos pensadores y a tomar buenas decisiones para su propia vida y para la vida de los demás, que den respuesta a las complejas y desconocidas problemáticas que les tocará enfrentar en el futuro, siempre en la búsqueda del bien común que es lo que la vida cristiana nos exige.

Por eso es urgente cambiar nuestra forma de enseñar y también la forma de aprender. Aparece la última pregunta: ¿cómo lo haremos? Salimos a buscar experiencias positivas de cambio y encontramos modelos que se pueden adecuar a nuestra realidad. Nos quedamos con Nazaret Global Education quienes señalan un camino que orienta estos cambios en la escuela. Definen las 4 dimensiones de una transformación educativa pensada, reflexionada y probada en las escuelas de su fundación.

Estas 4 transformaciones para la innovación educativa son:

  1. Currículum, metodologías y evaluación.
  2. Nuevos roles del profesor y del estudiante.
  3. Organización de los espacios (físicos, digitales y culturales) y tiempo.
  4. Organización estructural de la escuela.

Para nosotros ha sido muy esclarecedor conocer y adoptar estas 4 dimensiones de un cambio sistémico que involucre todos los aspectos que afectan directa o indirectamente el aprendizaje profundo de todos los estudiantes y que responda a las necesidades de la sociedad actual.

Hemos avanzado mucho en varios aspectos de los mencionados, en otros estamos partiendo, y en otros nos gustaría comenzar a avanzar. Todo a su paso y a cada día su afán. Por ahora, sabemos hacia dónde queremos ir y en forma gestionada estratégicamente iremos avanzando de acuerdo con las metas que nos propongamos al corto, mediano y largo plazo, teniendo como propósito siempre entregar una educación de excelencia que esté al servicio del bienestar de la sociedad entera.